Ungidos y enviados.

Ungidos y enviados por nuestro Dios para tanto. “Para llevar la buena noticia a los pobres, vendar los corazones heridos, proclamar la liberación a los cautivos y la libertad a los prisioneros, proclamar un tiempo de gracia del Señor. Consolar a todos los que están de duelo, cambiar la ceniza por una corona, su ropa de luto por óleo de la alegría, y su abatimiento por un canto de alabanza”.... Ver más